Como bien decía Isaac Newton “todo lo que sube, tiene que bajar” y esto es lo que podemos observar con numerosas modas y en este caso me refiero a la fiebre del famoso juego Pokemon GO. El fenómeno del verano pasado comenzó a perder fuelle tras romper récords en más de 500 millones de descargas, esta «app» que unía navegación GPS y tecnología de realidad aumentada, ha dejado de tener la misma potencia.

 

Su éxito se debe, en gran medida, a la acertada decisión por parte de Niantic bajo el amparo de Nintendo, de recuperar la esencia de una franquicia, Pokémon, con veinte años a sus espaldas, que tiene fama internacional. El resultado ha sido un juego que ha obligado a los usuarios a salir a la calle en busca de las criaturas virtuales salvajes, que se encuentran en los rincones de las ciudades y que ha estado acompañado de cierta polémica sobre su excesivo uso: despistes, atracos, accidentes al volante y un sinfín de anécdotas.

 

Por otro lado, decir que, las modas forman parte del mercado. Las modas son eso, modas. “Gusto, costumbre o uso, o conjunto de ellos, propios de un grupo, un período de tiempo o un lugar determinados”. Las modas son un tipo de norma social. Son uno de los fenómenos más ilustrativos del nivel de influencia que lo social ejerce sobre nosotros. Las tendencias que nos marcan los demás impactan sobre nuestro día a día y explican muchas de nuestras decisiones, conductas y actitudes.

 

Somos, la gran mayoría, esclavos de la moda, porque queremos sentirnos integrados en la sociedad y aceptados en nuestros grupos sociales. Cada vez existen más personas a las que se las puede denominar como “fashion victims”, ya que buscan anestesiar la insatisfacción interna, acentuando la adicción a la aprobación externa. Muchas veces las modas nos permiten contar historias a nuestros amigos y familiares y con todo ello, expresamos nuestra manera de ser.

 

Ejemplos claros de esto son los eventos como la Fashion Week o el salón del automóvil de Frankfurt que captan la atención de tanta gente. Generalmente de este tipo de eventos surgen lo que llamamos “tendencias”, algo que le gusta a la gente ya que son situaciones novedosas, de acción rápida y de corta duración. Esto es algo, comprobado científicamente en el año 2006 por los profesores de la Universidad College de Londres Emrah Duzel y Nico Bunzeck, los cuales mostraron como la sustancia negra y el área tegmental ventral (áreas asociadas con el circuito de recompensas del cerebro y del aprendizaje) se estimulan cuando se les presenta algo nuevo. Probablemente esto ha sido el mayor causante de la fiebre de Pokemon GO.

 

Cuanto todo esto comenzó a subir como la espuma, llegó un momento en el que “si no tienes la app descargada, es que eres un soso o un rarito”. Una gran mayoría de personas pensaban de tal manera, si no lo jugaban se verían raros frente al resto de la sociedad y muchos lo jugaron por gusto, pero otros, sólo lo hicieron por “el qué dirán”. Lo que parece mentira es que la gente piense que por no hacer una cosa que es la “prediseñada como normal” ya se les tiene que tachar como seres “diferentes”. Las creencias y los prejuicios que arrastramos muchas veces nos limitan a la ahora de relacionarlos. Muchas personas piensan y actúan así porque necesitan la aprobación de los demás para todo lo que hacen, ya que, tienen miedo a sentirse excluidos de la sociedad. Todo esto los lleva a pensar como el común general.

 

Hoy en día, lo que más se valora es lo que la gente influyente opina, con lo cual, una moda en la que la marca diga mucho de ella misma, está bien, pero si además levanta tendencia, mucho mejor y más confiable.

 

En la actualidad, muchos jóvenes demuestran tener un patrón de actitud guiado más por modas que por sus propios gustos. Esto es debido quizás a ese prejuicio que se tiene de que “como no haces lo que está extendido como común o habitual” es que eres “antisocial” porque no te gusta “lo que le gusta a todo el mundo”.

 

Según el principio de conformidad, incluso alguien a quien le importen relativamente poco los demás, preferirá ser considerado positivamente por otros antes que ser considerado de forma negativa. Desde la conformidad social asumimos ciertas tendencias y las seguimos como propias. Seguir una determinada moda es una manifestación más de éste principio que rige nuestras conductas sociales y nuestras relaciones con los demás.

 

Siempre hay hábitos, productos, modas sociales, razones técnicas, etc. que la industria rápidamente lo detecta, observa y entonces invierte energía y marketing para llevarla a cabo. De ahí el furor Pokemon GO.

La comunicación juega un papel fundamental en todo ello, ya que, se podría decir que las modas o tendencias siempre vienen por 3 caminos:

 

  • La calle –> en la que una moda después de observarse, la industria y el marketing la propulsan.

 

  • Las de laboratorio –> creada a partir de unos objetivos y promovida con unos fines comerciales.

 

  • Las de experiencia –> formada a partir de cosas ya vividas y gustos o hábitos que se han deducido con el tiempo, conforme a las experiencias de modas anteriores.

 

Una prueba de que la comunicación es vital se puede observar en que antes, cuando sólo había una tele con uno o dos canales y una radio y se lanzaba algo, ya se prefijaba como algo que iba a ser tendencia, pero hoy en día con todas las redes sociales y canales de comunicación, las posibilidades son ilimitadas.

 

Actualmente, para los jóvenes, el proceso de construcción de la identidad es más libre, pero también es más difícil porque no hay parámetros de referencia, ya que, la comunicación a través de internet ha masificado toda esta sociedad de la información y está marcando otras pautas y formas de relaciones humanas.

 

 

Creo que deberíamos tener claro que “tener gustos diferentes” es algo que nos hace especiales, auténticos. La moda está llena de tópicos que se esconden en la superficialidad, en la novedad, en la transitoriedad del gusto, ocultando lo que realmente es: un fenómeno social, histórico, cultural, un testigo de la historia en su aspecto colectivo. Tenemos que tener claro que no todos hemos crecido de la misma manera, nos han educado de la misma forma y nos gustan las mismas cosas. Es cierto que muchas veces se dice que es más fácil copiar a alguien, que simplemente ser uno mismo, pero también tenemos que tener en cuenta la frase popular que dice “en la variedad está el gusto”.

 

 

Para un análisis más profundo desde el punto de vista de las marcas, entrar en el blog de Comisuras  😊